Los pilares del envejecimiento activo
Definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), representan los elementos clave que permiten a las personas mayores mantener su salud, participación social, seguridad y bienestar. Estos pilares son esenciales para promover una vida plena y satisfactoria en la vejez y para ayudar a los adultos mayores a mantenerse activos y autónomos por más tiempo. Los pilares fundamentales son:
Salud Física
Para cuidar la salud física es clave hacer ejercicio, llevar una dieta equilibrada, evitar tabaco y moderar alcohol.
Participación Social
La participación comunitaria y las relaciones sociales fortalecen el sentido de pertenencia, reducen el aislamiento y mejoran el ánimo y la autoestima.
SALUD MENTAL
Para un buen envejecimiento, es clave cuidar la salud mental mediante estrategias para manejar el estrés, prevenir la depresión y mantener el cerebro activo con actividades como leer o aprender nuevas habilidades.
Seguridad y Autonomía
Un entorno seguro con adaptaciones en el hogar, acceso a transporte y apoyo a domicilio es clave para que las personas mayores vivan de forma independiente.
Acceso a Recursos y Servicios
Contar con servicios de salud, apoyo económico y tecnologías de asistencia es esencial para que las personas mayores mantengan su calidad de vida y autonomía.
Cultura y Ocio
Las actividades culturales y recreativas son clave para un envejecimiento pleno, estimulando la creatividad y el disfrute personal.
Cada uno de los seis pilares del envejecimiento activo representa un área fundamental para el bienestar integral de las personas mayores. A continuación, se presenta una descripción detallada de cada pilar, basada en literatura científica y evidencias de organismos internacionales. Además, se enumeran diez acciones inmediatas para mejorar la calidad de vida en cada área.
Pilar 1: Salud Física
La salud física es la base del envejecimiento activo, y su preservación requiere de un enfoque integral que incluya tanto la prevención como el tratamiento de enfermedades y condiciones asociadas al envejecimiento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 70% de los factores que contribuyen a la longevidad saludable están relacionados con el estilo de vida, mientras que solo el 30% depende de factores genéticos.
Pilar 2: Participación Social
La participación social es clave para mantener la integración, autoestima y salud mental en la vejez. Las personas mayores que se mantienen conectadas socialmente tienden a tener una mejor calidad de vida y menores tasas de depresión (Holt-Lunstad et al., 2015). Este pilar también se relaciona con un sentido de propósito y una mayor longevidad.
Pilar 3: Salud Mental
La salud mental en la vejez está asociada a factores de bienestar emocional, cognitivo y social. La prevalencia de trastornos como la depresión y el deterioro cognitivo puede afectar significativamente la calidad de vida en esta etapa, y es crucial implementar estrategias de prevención y apoyo (Livingston et al., 2017).
Pilar 4: Seguridad y Autonomía
Este pilar busca promover la independencia mediante la adaptación de entornos físicos y sociales que faciliten la movilidad y reduzcan el riesgo de caídas y accidentes (Lord et al., 2007). Mantener la autonomía en actividades cotidianas es fundamental para la dignidad y el bienestar en la vejez.
Pilar 5: Acceso a Recursos y Servicios
El acceso a recursos y servicios adecuados es fundamental para la autonomía, bienestar y calidad de vida de los adultos mayores. Este pilar se refiere a la disponibilidad de servicios de salud, apoyo social, transporte y recursos económicos que permitan a los mayores llevar una vida digna y satisfactoria. Garantizar este acceso implica tanto la provisión de recursos esenciales como la eliminación de barreras económicas, sociales o físicas que puedan dificultar su uso.
Pilar 6: Cultura y Ocio
La participación en actividades culturales y recreativas contribuye significativamente al bienestar emocional, la satisfacción y la calidad de vida de las personas mayores. Este pilar promueve actividades que fomentan el disfrute, el aprendizaje y el desarrollo personal en la vejez. Además, el acceso a la cultura y el ocio estimula la salud mental y cognitiva, permite la creación de redes sociales y promueve una sensación de pertenencia y propósito